Steven Universe es una serie excepcional en muchos sentidos. Es infantil, comercial y cursi, totalmente, pero dentro de la aparente ligereza e inocencia de su estética está tejida una elaborada red de complejidades, argumentos y simbologías morales y políticas que la vuelven un constructo muy sofisticado dentro de su género.
La historia es dificil de sintentizar, pero básicamente es sobre las aventuras de un grupo de guerreras llamadas las Crystal Gems que son de una raza extraterrestre de rocas que adquieren forma humanoide y tienen poderes especiales. Steven Universe, es hijo de Rose Cuarzo, la lider de las Crystal Gems, quien se enamoró de un humano y para poder tener un hijo con él tuvo que dejar de existir y transformarse en parte del bebé, por lo que Steven nunca la conoció y de hecho, hasta cierto punto, es en sí mismo su propia madre.
La figura ausente de Rose y a la vez su omnipresente importancia es uno de los elementos más interesantes de la serie. Uno nunca llega realmente a conocer ese personaje más que indirectamente y a niveles ya muy avanzados en la historia, sin embargo todo lo que ocurre en la vida de los personajes está fuertemente marcado por Rose, volviéndola una figura enigmática. Para Steven la vida de su madre, sus decisiones y la importancia que tiene para todos quienes lo rodean es un asunto bastante complejo que se va desdoblando sutilmente a lo largo de la serie y constituye uno de sus principales ejes argumentales: el constante dilema entre el peso de la historia y la autonomía personal, la ruptura con las expectativas, la posibilidad del cambio y la adquisición de una postura propia.
La serie puede ser muy mala al principio. Es lenta y es boba, pero en ese inicio torpe forma parte de su argumentación, pues a lo largo de la serie uno puede sentir como el personaje de Steven se va transformando de una manera muy sutil. Comenzando como un personaje ridículo y a veces nefasto, poco a poco va desarrollando un caracter más inteligente junto con el dominio de sus poderes, de sus emociones y su relación con los demás, de forma que puedes pasar de aborrecerlo a amarlo casi sin darte cuenta. Steven representa la inocencia infantil y su aprendizaje es claramente una alegoría de la adolescencia, de hecho la serie en sí misma puede pensarse como una alegoría, no solo de la adolescencia sino del aprendizaje emocional, a la maduración y el crecimiento espiritual en general.
Mientras que la figura de Rose y su historia representa simultáneamente las vidas pasadas, las expectativas y el peso de la figura familiar en las decisiones propias, Steven y las aventuras de la serie están constantemente integrando cambios, anexando situaciones y personajes, mostrándonos la belleza del presente y el inminente poder del futuro.
La acción dramática de la serie se da siempre de una manera paralela entre las situaciones físicas y un nivel simbólico. Detrás de la aventura, la fantasía y la acción, el asunto a tratar es siempre el mundo de las emociones, es por eso que Steven es siempre el elemento conciliador y resolutivo en los conflictos. La solución aquí rara vez es la violencia y el sometimiento, en el fondo se está luchando todo el tiempo por conciliar. Cada personaje representa aspectos psicológicos específicos, cada aventura representa por lo general un conflicto interno o interpersonal. Es por esto que la serie tiene un valor simbólico muy particular y por lo que siempre existen por lo menos dos niveles de lectura en el argumento.
Hay una constante apoteosis de lo intrascendente, lo humilde y lo marginal. Desde los personajes aparentemente secundarios que toman giros y profundidades completamente inesperadas, las gemas que representan cada una un equilibrio distinto entre poder e insegurdad y por supuesto el mismo Steven. El principal plot twist ocurre hacia el final de la serie al revelarse que [SPOILER ALERT] uno de los Diamantes, los enemigos supremos contra quienes luchaban, y Rose Cuarzo, la madre de Steven, eran en realidad la misma persona, y por consecuente, Steven Universe lo es también. Así, el niño molesto y torpe que comienza la serie, resulta ser al final uno de las gemas más poderosas del universo, luchando por la belleza humilde y tranquila de su vida cotidiana en Beach City y las personas a las que ama. [FIN DEL SPOILER]
A esto se suma la importante perspectiva de género de la serie. Al ser en realidad rocas las gemas no tienen género, sin embargo todas adquieren forma femenina y pronombres femeninos en la serie. Esta decisión deliberada implica que prácticamente todos los personajes relevantes de la serie son mujeres y los pocos personajes hombres que hay en la serie tienen una relevancia tangencial a excepción de Steven, quien sin embargo está lejos de representar un arquetipo de masculinidad sino que justo personifica muchas de las identidades masculinas heterosexuales no canónicas.
Todas las relaciones amorosas entre las gemas, son entonces necesariamente una representación lésbica. Hay una muy clara problematización de las relaciones homosexuales y disidencias de género en las simbologías de la serie.
Las gemas tienen la facultad de fusionarse bailando unas con otras para formar seres más grandes y más fuertes. Nunca termina de ser claro si la fusión es una alusión a una relación sexo-afectiva o solamente una vinculación emocional profunda, pero de cualquier forma visibiliza las problemáticas sociales de la homosexualidad.
En la civilización de Homeworld (planeta de origen de las gemas) solamente son aceptables las fusiones entre gemas del mismo tipo, por lo que las fusiones entre gemas distintas son consideradas inmorales, anómalas y son reprimidas. Resulta interesante como esta problematización se plantea de manera inversa, siendo la unión entre individuos de categorías diferentes (y no iguales como en la homosexualidad) las que representan la relación marginada. Esto es importante porque no deposita la problemática directamente en las cualidades de la relación sino en el contexto social y en las estructuras morales. Es decir, el asunto no se trata de lo que se es o no, sino en la no aceptación de lo diferente.
Me parece muy inteligente la manera en la que aborda estas problemáticas sociales contemporáneas. Al no ser literal, no cae en lugares comunes al respecto, no elabora desde la materialidad real ni las identidades existentes, sino de manera poética, situando el conflicto no en condiciones ni corporalidades sino en decisiones, ideologías y relaciones interpersonales.
Uno de los poderes de los universos fantátiscos es que nos permiten pensar en el mundo que es a través del que no es. Steven Universe es suigéneris incluso dentro de lo fantástico, pues rompe con muchos clichés, sobre todo en el diseño de personajes. Creo que esto es súmamente valioso hoy en día: el surgimiento de nuevos imaginarios y narrativas en las que hay una esperanza cosntruida en una estructura de valores distinta.
El hilo conductor y la sustancia que aglutina Steven Universe son de hecho valores modernos: el amor, la familia, la fraternidad, lo de siempre, pero lo interesante es que que son abordadas desde nuevas formas de construcción simbólica; no desde la grandilocuencia y la legitimación histórica, sino desde la ternura y la verdadera valentía oculta en la vulnerabilidad.